miércoles, 19 de marzo de 2008

Antioxidantes, "el elixir de la eterna juventud"

Los antioxidantes son un grupo de vitaminas, minerales y enzimas que protegen nuestro cuerpo de la oxidación de los nocivos radicales libres que dañan las células.

La respiración en presencia de oxígeno resulta esencial en la vida celular de nuestro organismo, pero como consecuencia de la misma se producen unas moléculas, los “radicales libres”, que ocasionan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud por su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos o grasas. En nuestro cuerpo hay células que se renuevan continuamente (de la piel, del intestino,…) y otras que no (neuronas). Con los años, los radicales libres pueden producir una alteración genética sobre las primeras, aumentando así el riesgo de padecer cáncer, y reducir la funcionalidad de las segundas (las células que no se renuevan), lo que es característico del envejecimiento.

Varias razones como por ejemplo la exposición al humo de tabaco (propios o ajenos), la contaminación ambiental, el estrés, algunos medicamentos, el consumo de pesticidas a través de ciertos alimentos, el exceso de grasa saturada (de origen animal), los aceites fritos y la sobreexposición a las radiaciones solares pueden generar una gran cantidad de radicales libres atacando nuestras células, dañándolas y convirtiéndolas a su vez en nuevos radicales libres, produciéndose una reacción en cadena.
Cada vez se admite de manera más generalizada el vínculo existente entre estos procesos de deterioro y el desarrollo de numerosos afecciones degenerativas, entre ellas la enfermedad de Alzheimer, aterosclerosis, cataratas, cáncer, enfermedad de Parkinson, … o cuando menos, que el deterioro causado por los radicales libres contribuyen al envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el mismo.

Para hacer frente a dichos procesos, las células elaboran sustancias enzimáticas antioxidantes (superóxido dismutasa, catalasa, melatonina y glutatión-peroxidasa) que actúan como catalizadores biológicos gracias sobre todo a los oligoelementos que contienen (selenio, manganeso, zinc, cobre) y que degradan, neutralizan y desintoxican los radicales libres.

La acción de estas enzimas barredoras que fabrica la propia célula pueden y deben ser suplementadas por una dieta rica en antioxidantes como las vitaminas A, E y C, el selenio, el zinc, entre otros nutrientes ya que entre las enzimas que fabrica la célula y los antioxidantes que podemos ingerir con la dieta, podemos anular los efectos perjudiciales de los radicales libres y bajar el riesgo de contraer algún tipo de cáncer, enfermedad cardíaca y alguna enfermedad neuro-degenerativa.


Veamos a continuación algunos de los antioxidantes más importantes que se encuentran en determinados alimentos:
- Alicina: aparte de ser un antioxidante, posee propiedades antibióticas, antimicóticas e inhibe la síntesis de colesterol y triglicéridos. (Ajo)
- Ácido elágico: este ácido protege a muchas plantas contra la luz ultravioleta, virus, bacterias y parásitos. Según estudios en Japón, Alemania y Estados Unidos , los elagitanines ingeridos de plantas por humanos activan sus propiedades protectoras en el cuerpo, combatiendo inflamaciones crónicas (reúma, artritis), colesterol, radicales libres y ciertos tipos de cáncer. (Fresas, frambuesas, cerezas, uvas, kiwis, arándanos y bayas en general)
- Ántocianos: los antocianos juegan un rol importante en la prevención de degeneración de células de órganos en humanos. (Uva negra, moras, cerezas, kiwis, ciruelas,...)
- Capsicina: además de ser un poderoso antioxidante, investigaciones recientes han revelado que podría desnutrir las células cancerígenas antes de que éstas causen algún tipo de problema. (Pimientos, chiles, pimienta cayena)
- Carotenoides: los alfa y beta carotenos son precursores de la vitamina A y actúan como nutrientes antioxidantes. Son los únicos carotenoides que se transforman en cantidades apreciables de vitamina A. (Zanahoria, tomates, naranja, papaya, lechuga, espinacas,...)
- Cinc o zinc: este antioxidante es vital para el funcionamiento del sistema inmunológico, ayuda a prevenir infecciones y a reconstruir los tejidos dañados, así como a la cicatrización de la piel; es importantísimo en el crecimiento de los niños. Este mineral trabaja en forma sinérgica con la vitamina C en la formación de los anticuerpos y en la protección de la piel, entre otras cosas. (Pescado, frutos de mar, cereales integrales y legumbres)
- Coenzima Q10: mucho más que un antioxidante, pieza clave del metabolismo celular. (Sardinas, caballa, atún, hortalizas de la familia de las coles, cacahuetes y espinacas entre otros)
- Hesperidina: este antioxidantes posee una acción diurética y antihipertensiva, también protege al estomago de las úlceras. (Membrana blanca de los cítricos)
- Isotiocianatos: puede suprimir el crecimiento de tumores mediante el bloqueo de enzimas. (Coles, brócoli, calabaza, nabos, berros,...)
- Isoflavonas: se relaciona como aliado contra enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y de cánceres dependientes de hormonas como el de mama. (Soja y derivados, té verde, guisantes, lentejas, garbanzos...)
- Licopeno: responsable del característico color rojo de los tomates combaten el cáncer de próstata y las afecciones cardíacas. (Tomate casi en exclusiva)
- Organosulfidos: combaten el cáncer, evitan la formación de coágulos y reducen las infecciones. (Ajo, cebolla y cebollín)
- Quercetina: este potente antioxidante lo podemos encontrar en una gran variedad de frutas y vegetales (Uvas, cebolla roja, brócoli, manzanas, cerezas, consumo moderado de vino tinto, té verde,...)
- Selenio: este mineral antioxidante tiene propiedades anticancerígenas y es protector cardiovascular, estimula el sistema inmunitario y preserva la elasticidad cutánea.Es un importante desintoxicador frente a metales pesados, alcohol y humo del tabaco. (Nueces de Brasil, brócoli, cereales integrales, pescado, ajo y cebolla entre otros)
- Sulforafanos: potente y demostrado científicamente anticancerígeno. (Todas las crucíferas, como brócoli, coliflor, col de Bruselas, nabo, etc..)
-Taninos: este antioxidante posee propiedades de bloquear la formación de endotelina-1, una molécula señal que produce la constricción de los vasos sanguíneos, lo cual disminuiría el riesgo de enfermedades cardíacas (Consumo moderado de vino tinto, uvas, lentejas,..)
- Vitamina C: protege el cerebro, sistema nervioso y tejido muscular frente a los radicales libres, y convierte la vitamina E oxidada en su forma antioxidante. Estimula las defensas inmunológicas y es ingrediente fundamental en la síntesis de sustancias y estructuras indispensables para el organismo humano. Previene de resfriados y gripe, infecciones virales y bacterianas, tumores, daños y afecciones causadas por el tabaco, y del envejecimiento de la piel. (Kiwi, cítricos, piña, tomates, brócoli, alfalfa germinada, pimientos, espinacas,...)
- Vitamina E: su consumo regular protege de enfermedades cardiovasculares. Entre sus propiedades, proporciona resistencia corporal, retrasa el envejecimiento celular producido por la oxidación, disuelve los coágulos sanguíneos, defiende los pulmones de la contaminación ambiental, reduce el estrés y agotamiento, su acción diurética disminuye la presión arterial; reduce los calambres y contracciones musculares. Protege los ácidos grasos de alrededor y el interior de las células contra el daño de los radicales libres. Por su poder antioxidante hidrata y protege la piel; también a los glóbulos rojos, por lo que es eficaz frente a la anemia hemolítica. (Aguacates, cereales integrales, maíz, nueces, semillas de girasol o sésamo, avellanas, almendras)
- Zeaxantina: junto con la Luteina protegen la retina de la degeneración macular y las cataratas. (Maíz, espinacas, calabaza, aguacate, melón,..)
Conclusión
Los alimentos que nos aportan vitaminas, minerales y antioxidantes no nos garantizan eterna salud y juventud, pero está comprobado que contribuyen a protegernos de las enfermedades cardiovasculares, de la formación de tumores, que refuerzan nuestras defensas y que demoran el envejecimiento celular, lo que no es poca cosa, menos aún teniendo en cuenta que para incorporar estos nutrientes no es necesaria la ingesta de cápsulas ni de alimentos costosos, basta con los que podemos encontrar en la verdulería más cercana.